La Calle Mayor de Alcalá: la calle más larga de Europa con soportales

Cuando decimos que Alcalá de Henares es una ciudad patrimonial llena de historia y única, no exageramos. Además de su reconocido patrimonio, ostenta todo un curioso récord: aquí se encuentra la calle soportalada a ambos lados más larga conservada de toda Europa. Hablamos de la Calle Mayor de Alcalá de Henares, que puede presumir de estos 396 metros de soportales a ambos lados como algo singular y único.

Un origen medieval con vocación comercial

La Calle Mayor de Alcalá es sin duda el gran eje comercial y turístico de la ciudad. Por ella pasan cada día miles de vecinos y turistas, y en ella recaen otras calles y plazas también históricas, como la calle Cervantes, en donde se encuentra el Restaurante Ambigú.

Para conocer su historia tenemos que remontarnos a la Edad Media, cuando Alcalá de Henares crecía en torno a su judería y a los caminos que conectaban con las puertas de la ciudad. La antigua aljama judía fue el germen de la calle Mayor, junto a la calzada romana Caesar Augusta de la ciudad. En aquel entonces se hizo necesario construir estos soportales para dar espacio a la multitud de mercaderes que allí se instalaron, y, de paso, dar cobijo a los transeúntes. Por tanto, siempre, desde sus orígenes, esta calle ha sido un ir y venir de gente…

Calle Mayor de Alcalá de Henares años cincuenta
Fotografía de Antonio Cerezo

Una de las cosas que hace diferente a esta calle es que los soportales nacen desde el aprovechamiento residencial, algo que, después, no harán otras plazas o calles. Aquí, fueron los propios propietarios de las viviendas los que levantaban columnas para proteger sus casas y facilitar el comercio. Y otra curiosidad: Si te fijas, aún podrás ver algunas columnas redondas de piedra, mandadas colocar entre los siglos XIV y XVI por los arzobispos Tenorio, Carrillo y Cisneros, para sustituir los pies derechos de madera.

396 metros de historia arquitectónica

Hoy, recorrer la Calle Mayor es admirar un corredor de casi 400 metros de soportales ininterrumpidos que conserva columnas de piedra y de madera de distintas épocas. Probablemente os llame la atención que no son soportales uniformes, y no es ningún defecto de construcción o por el paso del tiempo: refleja la personalidad de sus antiguos dueños y la evolución constructiva de la ciudad. Es precisamente esa diversidad lo que ha permitido que se conserve como un ejemplo de arquitectura urbana medieval adaptada a los nuevos tiempos. Hablando en números: la calle tiene 242 soportes, de los cuales 29 son columnas y 213 pilares, además de 3 pilastras más. Si a esto le sumas la peculiaridad de fachadas, herrajes y ventanas, la estampa es única.
Calle Mayor de Alcalá de Henares años cincuenta
Fotografía de Ediciones M. Arribas

El corazón social y cultural de la ciudad

Dado que en la Calle Mayor de Alcalá de Henares se encontraba la antigua judería, y fue durante siglos el centro de la vida social, comercial y estudiantil de la ciudad, preservar aquella identidad ha sido siempre una prioridad. Hoy en día está llena de tiendas y comercios variados, pero ya lo estuvo antes, porque aquí se abrieron boticas, talleres y tiendas que servían a vecinos y universitarios.

 

Aquellos negocios centenarios han ido dejando paso a otro tipo de restaurantes, cafeterías, comercios y espacios culturales más modernos que, no obstante, mantienen vivo su carácter histórico al cumplir el mismo cometido de antaño: ser un punto de encuentro diario para vecinos y visitantes.